La Independencia de México: Capítulo I: El grito de independencia

Como muchos sabrán, México y España son países que se caen muy bien. No sólo porque España controle el gas de México a través de medidas corruptas de privatización de energía, sino que de alguna manera se caen bien en general. Pero esto no fue siempre así. Ya que España es responsable por la muerte de unas cuantas decenas de millones de indígenas allá por el siglo XVI. Y después esclavizaron a los habitantes de México por 300 años y se robaban todos sus recursos. Pero después, todo cambió y nos caemos bien ahora porque... porque... mmm... oigan, es cierto. ¿Por qué nos caen bien los españoles? O sea, al parecer son la peor gente, ever. Genocidios peores que el holocausto del que se quejan los judíos. Pero ah, parecen buenas personas, todo perdonado. =D

Bueno, pero ¿por qué México ya no es dominado por España? Pues para todos los peruanos, uruguayos, gringos y demás países no-mexicanos, vendrán unas como cápsulas donde se explicará el movimiento de Independencia.

Nos remontamos al año de 1810. En esta época, México no se llamaba México. Se llamaba Nueva España (Pese a que la geografía era sumamente diferente a la española y que España no dejó de existir). Los españoles habían esclavizado a los neo-españoles y el sistema socio-político se dividió en general, en tres clases sociales: esclavos, españoles y algo como españoles-B. Esta última clase era los hijos de españoles que tuvieron la mala suerte de nacer en Nueva España y a diferencia de los españoles, no tenían derecho a ser burócratas (como si hubieran cometido un delito federal).

Entre tanto desconcierto, en una pequeña ciudad de Querétaro, se reunían secretamente un grupo de españoles-B (de aquí en adelante referidos como "criollos") para hablar sobre cosas de inquietud social y básicamente echar el chal. El grupo estaba integrado por el cura Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, los hermanos Aldama, Miguel Domínguez, su esposa, ... eh... básicamente sólo ellos.

Miguel Hidalgo: Orden, orden, se comienza la sesión. ¿Estamos todos presentes?
Ignacio Allende: Sí, todos.
MH: ¿En serio? ¿Sólo 6?
IA: Pues... no habemos muchos criollos aquí, casi todos en el pueblo son esclavos.
MH: Damn... será difícil avanzar así. Bueno, todos parecen ser hombres valientes.
Miguel Domínguez: Ah... mi esposa.
MH: ¿Qué con tu esposa? Creí que hablaríamos de política, no de problemas conyugales.
MD: No no, es que ella viene aquí conmigo.
MH: ¿Sí?
Doña Josefa Ortiz de Domínguez: ¡Aquí estoy!
MH: Oh shit... ¿eres mujer?
DJOD: ¡Claro que sí!
MH: Que bueno que tomé el voto de castidad... digo, bueno, hombres valientes y señora. Ahora sí, ¿cuál es el primer punto a tratar?
Aldama1: Pues básicamente hay que quejarnos de que no podemos ser políticos.
IA: ¿Alguna propuesta para remediarlo?
Aldama2: Yo y mi hermano hemos estado enviando cartas al rey para que cambie esto.
MH: El burro por delante... es decir... ¿qué respuesta han obtenido?
A1: Pues dado que este es el siglo XIX, tardarán al menos dos meses más en llegar.
MH: ¿Qué tal un e-mail?
A2: Tenemos que esperar casi 200 años a que lo inventen.
MH: Bueno, ¿alguna otra medida tomada?
Todos: ...
MH: Mmmm... yo sí he estado ideando algo. Vamos a armarnos y tomar por fuerza el país.
DJOD: Hay un problema con eso.
MH: ¿Cuál?
DJOD: Somos 6.
MH: Oh... cierto, cierto. Tendremos que llamar a los demás grupos del país. ¿Cómo va eso?
IA: Pues dado a que somos pocos criollos, ya he contactado otros 8.
MH: ¿Grupos?
IA: Eh...
MH: Dime que son grupos...
IA: Sorry...
MH: ¿O sea que somos como 14 criollos en el país?
IA: Pues... digamos que no.
MH: ¿Cómo que no?
IA: Yo... eh... lo redondeé.
MH: ¿Cuántos son...?
IA: Mmmm... ninguno.
MH: Hmm... necesitamos un ejército rápido.
-Entra un campesino corriendo-
Campesino: ¡Señor don el cura! Parece qui los descubrieron a todos y los vienen quesque a encarcelarlos.
MH: Ok... necesitamos un ejército muy muy MUY MUUUUY RÁPIDO.
C: Si quiere podemos agarrar unos machetes y hacer tiempo para que escapen.
MH: Eh... campesinos... machetes... ¡ajá! Me acabas de dar una idea.
IA: ¿Convenceremos a los esclavos de unirse a nuestro ejército a cambio de una oferta tan simple como la libertad?
MH: Eh... no era eso, pero tu idea es mejor. Bien, necesitamos un nombre para el ejército.
A1: ¿Qué tal "los resisti"? Tú sabes, somos una resistencia.
MH: Ah... ya pensaremos en algo... Bien, todos a la plaza, vamos a despertar unos indios.

-Van todos a la plaza-

MH: (agitando la campana) Levántensen todos, los necesitamos para pelear contra los españoles.
MD: ¿Realmente es esto buena idea?
MH: Sabes, quizá como sacerdote no es propio que diga lo que te diré, pero tu esposa tiene más huevos que tú.
IA: Ya está comenzando a llegar la gente, creo que esperan que digas algo.
MH: Eh... compañeros esclavos... digo, neo-españolenses, ya estuvo bueno que nos traten tan mal los del gobierno. Llevamos muchos años viviendo bajo el yugo de esos... gachupines...
IA: ¿Qué es un gachupín?
MH: Ay, no se, se me ocurrió, no interrumpas... Bueno, pues les digo a todos que... vamos a pelear y ganaremos.
Campesino arbitrario: ¿Qué ganaremos?
MH: Eh... no se, ¿qué quieren?
Campesinos: ¡Libertad!
MH: Sí sí, eso exactamente obtendrán si luchan, libertad, mucha mucha libertad y demás.
Muchedumbre: ¡Viva el don cura Miguel Hidalgo!
MH: ¡Sí, sí, viva yo! ¡Viva la Libertad! ¡Viva la virgen de Guadalupe! ¡Viva Fernando sesto!...
IA: Séptimo.
MH: Cállate... ¡Viva... viva... todos nosotros! ¡Abajo el mal gobierno! ¡Viva la castidad!
-Todos se callan-
MH: Eh... ¿castidad para algunos y rifles para otros?
Todos: ¡YeeeeeeeeEEEEEEEEEEEEEEEEEEEYYYY!

Y así fue como comenzó la lucha por la independencia de México, que continuará en su capítulo, posiblemente el II. Y que ahora celebramos todos los 16 de septiembre en la madrugada, donde nuestro presidente en turno hace un remedo de la actuación de Miguel Hidalgo.