Wednesday, 25 February 2009

Sólo en Monterrey

Monterrey es una ciudad muy especial, lo he comentado muchas veces. Es como un epicentro de estupidez generado por una sociedad que creció demasiado rápido y se convirtió en una metrópoli de grandes proporciones manteniendo la cultura y mentalidad del pueblo pequeño y aislado que originalmente fue.

De alguna manera, a la gente le importa lo que los otros 4,999,999 vecinos piensen de lo que hacen, de sus horas de llegada, de si la huerca está embarazada, etc. De la misma manera, con su comportamiento de "nuevos ricos", creen que la gente de provincia es naca, cuando en realidad es todo lo contrario. Monterrey ya no es una ciudad rica. Está quebrada por todas partes. Económica, social y culturalmente. Pero la misma baja cultura impide ver esta realidad.

Esta noche hubo un concierto de la banda británica de metal Iron Maiden. Quienes ya están demasiado viejos para rockear y sus últimos discos sólo son remixes de su éxito Trooper de hace más de 20 años. Aún así, siendo una de las leyendas del metal y que la escena metalera en Monterrey siempre ha sido algo pequeña, el concierto debe haber estado lleno (o cerca de ello), con gente que pagó boletos a un precio inflado para ver un grupo que ya ha venido bastantes veces (porque saben que aquí van a vender bien). Igual, puedo garantizarles que la mayoría de los asistentes ahí eran posers.

Ya he discutido sobre los posers y sobre los posers de la ciudad (que son como el 99%). No significa que no les guste lo que hacen, al contrario, suelen disfrutarlo. Y aunque filosóficamente se pueda debatir que no tiene nada de malo por individuo, el problema real es la falta de identidad, que en esta ciudad es algo masivo.

¿Cómo puede una ciudad de baja cultura adorar y llenar conciertos de cosas como Madonna, U2, Iron Maiden, Los 3 tenores menos uno y otros tantos? Son géneros muy diversos (aunque en mi cabeza tengo a Madonna y U2 en la basura, así que no puedo ver gran distinción), cuando a la vez cerca del 80% de estaciones de radio tocan música grupera, que nada que ver con todo esto.

Sí, 5 millones suena a un gran número (estoy redondéandole, porque creo que aún agarrando Escobello se llega apenas a 4 y medio millones). Pero veamos. Si uno ve la proporción de estaciones de radio, es obvio que la mayoría de la gente prefiere lo grupero y la mayoría de esta gente no sabe ni qué es Madonna, ni se diga de Iron Maiden.

Entonces, quitemos ese 80% de gente que no sabe ni de qué son esos conciertos de grupos "de afuera". Tenemos ahora solo 1 millon de personas como clientes potenciales de dichos conciertos (agarrando nuestro poderoso 5 millones de base). Ahora, quitemos los que son muy jóvenes o muy viejos para cada determinado estilo. Pongamos que la mitad entre niños y ancianos 50%. Nos queda medio millón. Quitemos los pobres, los que no tienen tiempo por su familia, sera como otro 50%. Ahí nos quedan como 250 mil. Los boletos para estos conciertos se han vuelto muy caros porque siempre venden. Algunos llegan hasta los 3 mil pesos y mínimo andan como en 500, eso pone a pensar a la gente. Digamos que de los que quedan, 1 de cada 5 decide que pagaría una buena cantidad por ir al concierto. Quedan 50 mil. Esas 50 mil personas son las que así muy en bruto están dipuestas a acudir al concierto.

Bueno, es entendible, hay 50 mil y necesitas como 20 o 30 para un gran concierto, muy razonable. Pero, ¿son estas 50 mil personas todas fans de Madonna, Iron Maiden y U2? Ya todo se vuelve una intersección y la única forma en la que esta gente sea fan de los 3 a la vez, es que sean unos posers. Todos y cada uno de ellos. ¿No hay fans en esos conciertos? Alguno que otro muy fanático ha de estar ahí, pero todos saben que los verdaderos fans no se la pasan bien rodeados de posers. Sahajiyas!

Los números son muy rudimentarios, pero trato de ilustrar el punto que una ciudad donde la gran mayoría son gruperos o gente que no habla inglés (porque aunque ustedes no se muevan fuera de su círculo social donde todos hablan inglés, la mayoría de la ciudad no lo habla), es imposible que haya la gente necesaria para recibir bien a todas y cada una de las bandas extranjeras que llega. No es malo, pero muestra claramente la falta de identidad en esta sociedad que se quiere creer moderna, cosmopolita y llena de cultura. Hay razones por la que ciudades como Nueva York, Londres y hasta el DF sí llenan esas características, pero ser una barata (o muy muy cara) imitación de ellas no va a lograr nada. Como dice el refrán: "Aunque la mona se vista de seda, échate a correr."

3 comments:

Clara González Juidías said...

Me encanta cuando odias tanto tu ciudad.

Es muy gracioso.

Kluzter Benavides said...

Híjoles pero que fálta de técnicas para dar estadísticas.

Hay demasiadas variables que bien podrían corresponder a más de uno de los grupos que eliminas... y aún así te salen cantidades llenadoras de estadio.. estás perdiendo el toque maese.

Frequency said...

El hecho de que formes parte del grupo de posers que sí van a todos esos conciertos no hace mi análisis superficial erróneo. Sólo te hace un observador parcial en estado de negación.