Sunday 18 June 2006

Urgente

Querida hada madrina:

¿Recuerdas hace ya tanto tiempo que me encerraste en esta torre del castillo encantado y vigilado por un dragón? Dijiste que era la mejor forma en la que un caballero digno de mi corazón llegaría a mí o quizá ese anhelado príncipe azul del que las demás princesas hablan tanto.

No es que no me guste aquí, el dragón tiene mal aliento y se la pasa viendo novelas, pero cocina muy bien y todas las ánimas del castillo se portan muy amables conmigo excepto el fantasma de la biblioteca que siempre me trata de alburear. Es sólo que... ha pasado ya mucho tiempo y me comienzo a desesperar. Creo que nunca llegará el indicado para mi.

Primero fue aquel idiota apuesto caballero, que tristemente se arruinó con su saludo inicial de "¡Princesa! ¿eres atractiva y delgada o debería ir a buscar otro castillo?" Claro que aunque pasé su pequeña prueba, el no consiguió siquiera resolver el acertijo que abría la puerta. Se la pasaba repitiendo "Olvidé mis llaves." y por más que le gritaba que buscara debajo del tapete de bienvenida, nunca pareció entender.

De ahí llegó aquel marrano parado gordito simpático. Creo que era una especie de príncipe de los cerdos, entrenado en buenos modales y con muchos territorios y títulos. Incluso logró resolver algunos acertijos, pero su falta de condición física acabó con él desde las escaleras y... digamos que mi dragón comió bien y yo sentí un gran alivio. Aparte, su pobre caballo no habría podido llevarnos siquiera a las faldas de la colina.

Cuando llegó el tercero, el leñador, me di algo de esperanza. Parecía inteligente y capaz para pelear con un dragón y cualquier cosa que se le pusiera enfrente. Pero... ni siquiera tenía caballo y sólo tenía un hacha mal afilada. Y digo, creo que hubiera podido ganar con ella, pero... ¿no hay caballo? ¿Cree que voy a caminar hasta su granja? No lo creo. Las princesas no trabajamos, es lo bueno de que aún con un héroe pobre podría sólo ir con mi papá a que le dé títulos de algo. Tuve que decirle que se fuera. Con lo del leñador me acordé de Caperucita Roja y que llegó un leñador también, pero se me hace que ella estaba demasiado niña, ¿sería pedófilo?

De ahí llegaron los demás inútiles candidatos descartados, como el flojo que quería que me dejara crecer el cabello para entrar por mi ventana (no se cómo pretendía que bajáramos)o aquellas 5 malas jugadas de la naturaleza que pretendían salvarme todos y sólo les di esa mirada de "¿qué pretenden hacer cuándo me rescaten todos?" yo no soy ese tipo de chica.

No quiero parecer quisquillosa, pero en realidad o sea compara mi calidad contra las de esos tipos mira lo que me ha caído y seamos sinceras. Los caballeros de hoy son tan buenos como los de antes, considerando que estos últimos están muertos dan lástima. Espero que el leñador se encuentre al primer idiota en el camino y le cambie su caballo por frijoles mágicos...

3 comments:

Anonymous said...

Aix....
Quién tubiera una hada madrina...

Deberían existir mujeres caballeros, quizà acabaríamos con todos estos inútiles de candidatos y haríamos algo productivo.


Muak

Anonymous said...

la historia de mi vida

Javier e Iraida: ¿te refieres por "cosas raras" a que estuve hospitalizada la semana pasada?

Al parecer Nancy ya volvió al buen camino. Yo estoy en finales y así. Nada nuevo.

Pero hoy es el día del padre, así que, felicidades! =***

Kluzter Benavides said...

Hoy en día todas se creen princesas.

"but our princess is in another castle"


Tanto título inmobiliario hace peligrars las cosillas más mundanas.

Clareta menciona un gran punto... ¿porqué no pueden ser los principitos los rescatados?

Seguro las mujeres lograrían mejores hazañas y más las mujeres como tú.

El potencial está tremendísimo, podrían matar dragones convirtiéndolos en autocompadecientes lagartijones suicidas. Podrían coquetear con algún cerrajero para que abriera cuanta puerta atrancada se topen y cuando abra la del alcázar decirle:
"pero creí que sólo querías ser mi amigo" o algo como eso.

Aunque seguro al ver que el príncipe debe ser rescatado, terminarían por desecharlos a toodos por inútiles.

Esto era tan sencillo y ya me trabé... mejor me lárgome.