Monday, 1 January 2007

Y así empezó la religión...

Después del Génesis, Dios agarró un humanito de buen nivel, estilo un granjero del Age of Empires y le dijo a él y su esposa (mujeres salen en AoE expansión nkn) que se fueran a vivir a en medio del maldito desierto, para que empezara una religión que lo adorara a él and stuff.

Así, el hombre llamado Abram, su esposa y algunos animales de granja, llegaron a "en medio del desierto", donde... pues empezaron a hacer lo que sea que harían...

Abram: Oye Dios.
Dios: Sí, ¿dime?
A: Mmmmm... pues... ¿ahora qué con lo del asunto de la religión?
D: Ah eso, claro. Pues mira, la idea es que tú serás el fundador y todo eso y se esparcirá por todo el mundo.
A: ¿Empezando en el desierto?
D: Sí, más o menos.
A: ¿No podía empezar en una ciudad llena de gente y comida?
D: No, porque esta va a ser religión diferente, así que si tú empiezas la ciudad, pues impones tu religión.
A: Ah, bueno. ... ... so... ¿ahora qué?
D: Lo primero, es que como serás el padre de la religión, ahora tendrás una H en medio de tu nombre.
A: ¿Una H? ¿Así en medio nada más?
D: Sí.
A: ¿Le tengo que sacar otra letra? Diría algo como Abham, me suena al héroe legendario de las caricaturas de Fly.
D: No, no. O sea, sólo le pones un H muda donde quieras.
A: ¿Muda? ¿WTF?! Mejor una letra más chida, como X, para que diga Abrxam.
D: Eso es impronunciable hasta para mi. No, ahora serás Abraham.
A: Ya soy Abram.
D: No, no, ponle la H.
A: ¡Es muda!
D: A, B, R, A, H, A, R... no, espera, metí la pata... A, B, R, A, C, A, D, A, M... no, está mal otra vez... ay, en una semana te mando unos ángeles con todos tus nuevos documentos.
A: Ok.
D: Bien, ahora, si todo sale bien, tu decendencia será tan grande como estrellas hay en el cielo.
A: ¿45,712?
D: ¡¿Qué?! ¿Las contaste?
A: Bueno, vivo en medio del desierto, no hay nada qué hacer.
D: Ok, ok... más que eso... un número tan absurdo que ni existe.
A: ¿Raíz de menos uno?
D: ¡No! Bueno, mucha gente, contable, pero muchos, créeme.
A: Bueno. Entonces, ¿qué hago ahora?
D: Pues básicamente adoctrinar a los ermitaños aledaños y tratar de cuidar bien a tus vacas para que tu economía mejore.
A: Ok. Oye, una pregunta.
D: A ver.
A: Pues como sabrás, porque según esto sabes todo, mi esposa y yo vivimos aquí en el desierto y no hay mucho que hacer aparte de buscar comida y contar estrellas.
D: ¡Contar granos de arena!
A: ¿Qué?
D: Sí, es que se me ocurrió, como un ejemplo de algo que no puedes contar.
A: Pueeeesss...
D: Ay, no me digas que ya...
A: Pues no tanto como hacerlo de uno por uno, el viento me fastidiaba siempre, pero desarrollé métodos para hacerlo.
D: ¿Ah, de que en grupos y eso? Estimarlo
A: Aja...
D: Sí... chido. ¿Qué tal ponerles nombre?
A: ¿En serio quieres que te diga todo lo que he hecho para evitar la locura?
D: No, perdón, bueno, decías de tu esposa.
A: Ok, pues no tenemos hijos. Y para las veces que... tu sabes... hacemos "cositas", pues no tiene sentido.
D: Bien, dime cuantos quieres.
A: Dos.
D: Chido, te los mando con los ángeles, bueno, tengo que irme, te veo al rato.
A: P-pero... chin... no le dije que niño y niña. Bueno, ya veremos. Mmmm... Abrxam...

1 comment:

Anonymous said...

Tiene nombre como de dios del mal (abraxas) o ambilateral o como sea que fuese el significado de ese diosecín.

creí que habían llega'o a Abram-olandia... aunque ahora con este cuento me imagino que ese nombre se lo pusieron después.