Capítulo 1
Xmas Eve
Hay algunos lugares del mundo donde la gente se rehúne una vez al año con sonrisas en sus rostros, muchos regalos, mucha comida para conmemorar la venida de Santa Claus, quien podría o no haber sido comunista.
Viajemos ahora a una tierra llena de montañas, de gente, de... bueno, en su mayoría sólo hay gente y montañas, pueden suponer dónde es. Aquí todo mundo está acelerado haciendo sus compras navideñas, tratando de agarrar el último muñeco de Elmo o ¿por qué no? un RoboSapiens para sus seres queridos. Pero en un pequeño rincón de la ciudad, hay tres niños hablando sobre la navidad...
Gika: ¿Entonces no crees en Santa?
Aaro: No, no me parece posible que un tipo tan gordo haya pasado años en el polo norte entrenando renos para entregar gratuitamente regalos cada año.
Gika: Quizá sí recibe dinero.
Aaro: ¿Cómo?
Gika: Pues no se, pero ya ves todas esas empresas de internet que dan cosas gratis y son multimillonarios, como los blogs.
Aaro: Bueno, eso sí, hay formas bastante mágicas de obtener dinero según he visto, ¿pero cómo le llega el dinero a Santa?
Gera: Quizá trae publicidad en su trineo.
Gika: O es patrocinador de Adidas.
Gera: Reparte flyers en sus viajes.
Gika: Vende estiércol de renos.
Gera: ¡Se roba las monedas en los sillones de cada casa a la que va y hace una fortuna cada año!
Aaro: Ok, ya entendí.
Gika: Aparte, no hay forma de probar si Santa existe o no.
Gera: Claro que sí, sólo tenemos que ir al polo norte, tocar algunas puertas de la gente que viva ahí y preguntar por él.
Gika: Ah claro Einstein, ¿qué ruta de camión nos deja en el polo norte?
Gera: No se... ¿el 38?
Gika: Bueno, igual creas o no, te darán regalos.
Aaro: Eso sí, pero ya casi cumplo 10 años, temo que sea la última navidad que los reciba.
Era un día como cualquier otro al parecer, una plática intrascendente que quizá desbocaría en un gran descubrimiento. Quizá no.
Gika caminaba a su casa pensando un poco en lo que su amigo le dijo sobre Santa. ¿Qué tal si no existía? ¿Acaso entonces toda la celebración era una farsa? ¿Santa nunca nos visitó realmente? Y si todo ha sido así, ¿por qué los adultos formaban parte de toda esta conspiración global? No tenía sentido que tanta gente se empeñara en ocultar una gran mentira... ¿o era que aún sin tener prueba alguna sobre la existencia de Santa, la gente se aferraba tanto a la idea de tener algo en qué creer que mantenían viva la ilusión para aquellos demasiado inexpertos como para darse cuenta? Todas estas preguntas eran un poco difíciles de contestar para un niño de 9 años que ni siquiera aprendió a patinar, pero aún así las dudas estaban ahí.
Llegando a su casa, Gika decidió tomar en sus manos una densa investigación para determinar la existencia de Santa. Seguramente en algún libro vendría algo que descubriera la verdadera situación del corpulento, pero caritativo hombre del norte. Leyó Gika una y otra vez todos sus libros, El Grinch, el cuento de Navidad, la navidad de Mickey, el hombre de nieve, Santa y los marcianos... pero ninguno parecía indicar que Santa fuera una gran conspiración. "¡Pero claro!" - pensó Gika. - "Si todo esto es una gran conspiración, obviamente no estarán publicando libros que lo divulgue y mucho menos mis padres los comprarían. Debe haber alguna otra fuente de información confiable." Así que fue a preguntarle a alguien de confianza.
Gika: Papá, ¿existe Santa?
PapáGika: Eh... ¿por qué lo preguntas?
Gika: Mmmm... Aaro estaba diciendo que quizá no existe.
PapáGika: Oh, es que esos niños como tu amigo Raro...
Gika: Aaro.
PapáGika: Lo que sea, esos niños se portan mal, así que Santa no les trae regalos.
Gika: ¿Eh...?
PapáGika: Bueno, debo irme a... pagar algún recibo.
Era obvio que algo no le estaban diciendo. Así que Gika decidió ir al parque a ver si podía encontrar algo de apoyo con sus amigos.
El parque era un lugar grande, pero en invierno los niños jugando ahí se hacían pocos, ya que preferían estar en sus casas. Aún así, llegando a los columpios, Gika se encontró a su amiga Shem, que parecía tener algunos problemas para empezar a columpiarse dado lo corto de sus piernas.
Gika: Hola Shem.
Shem: Hola.
Gika: Te ves un poco triste, ¿quieres que te de un empujón?
Shem: No, estoy bien, no es por eso.
Gika: ¿Qué pasa entonces? Estamos de vacaciones y navidad se acerca, pronto recibirás algunos regalos.
Shem: No creo.
Gika: ¿Por qué? ¿No escribiste tu carta a Santa? Seguro todavía tienes tiempo de hacerla.
Shem: Es que... yo nunca he recibido regalos en navidad...
Gika: ¿Pero por qué??!
Shem: Es que mi familia no la celebra, porque no somos católicos.
Gika: ¿Y eso qué tiene que ver con navidad?
Shem: Pues... ¿Cristo?
Gika: ¿Amigo de Santa?
Shem: No, el fundador de la religión.
Gika: Pero la navidad se trató de comida rica, regalos, decoraciones, el pinito... nada de eso tiene que ver con religión. Es una fiesta dedicada para hacer felices a los niños.
Shem: Suena bien, pero en mi casa no hay nada de eso.
Gika: Mira, te propongo algo. Escríbele una carta a Santa y yo me encargaré de que la reciba.
Shem: ¿Y sabrá dónde vivo?
Gika: Que deje tus regalos en mi casa y luego yo te los llevo.
Shem: Está bien, es un trato, pero no vayas a leerla.
Gika: Prometido.
Shem se fue a su casa a pensar en su carta a Santa Claus. Gika pensaba el por qué Santa había omitido los regalos de Shem tanto tiempo. ¿Era porque sus padres no creían en la navidad o porque nunca le llegó su carta a Santa Claus? Esta sería una buena prueba para la navidad. Pero aún así, esperando que no terminara en la gran decepción para su amiga.
Gika se fue también a su casa de donde llamó a su amigo Gera para decirle lo que había estado pensando y de su poco fructífera investigación de Santa.
Gera: Entonces no encontraste nada.
Gika: Nada que no supiera ya.
Gera: Mmmm... yo debo de tener algunos libros en mi casa también. Sigue checando lo que tengas y mañana me vuelves a hablar para ver qué encontramos.
Gika: Ok.
En eso, Gika puso atención a su pila de libros y vio un viejo libro que no había sido leído en años. El libro se llama "La historia de Santa Claus", pero ¿era acaso lo qué buscaba o era sólo otro intento por distraer su búsqueda? Igualmente el libro fue leído una vez más.
La historia de Santa era fascinante. No sólo era un hombre que de repente decidió convertirse en un arquetipo de sí mismo, sino que luchó para convertir un lugar hostil como el polo norte en una tierra con mucha alegría para sus pequeños habitantes y domesticar una especie como el reno para ayudar en la difícil labor del lugar. Santa había logrado su posición de líder a base de trabajo, de demostrar ser el mejor organizador y se había mantenido ahí sin haber faltado una sola navidad en su labor. Adelantos tecnológicos como la nariz de Rodolfo lo ayudaban a superar los problemas y ni el Grinch había logrado frustrar una época tan pura.
Pero bien, todo esto era nueva información. Este libro no parecía simplemente una de tantas historias navideñas de ficción. Era una biografía de Santa. Santa quizá tuvo problemas durante su vida, pero eso no le impedió seguir trabajando. El libro aún siendo viejo, carecía del detalle más importante de todos... la muerte de Santa. Si no se mencionaba en su biografía, ¡es porque él seguía vivo! Quizá la navidad no era algo tan secreto después de todo.
...
6 comments:
No lo he leido completo pero parece que lo piblicaste 2 veces, bruto!
Sí, así es Genio: lo publicaste dos veces.
Oye, va a haber dibujo de navidad este año...o mejor dicho: ¿hubo dibujo de navidad este año? Digo, el año pasado...ah, bueno, tú entendiste....espero.
ahh que maal compy
empezando el año con fallas
publicando doble los postsss.
yo firmé el otro.. y pues tendré que firmar éste tmb.
los rss nunca mienten...
y como dijo dwarf...
"lo piblicaste 2 veces, bruto!"
Whooooo díganos más
díganos máaas!
piblicar?
Y sí, sí hay dibujo de navidad, pero sigue en proceso.
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